Estudiar en el extranjero es una de las experiencias más enriquecedoras y que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida. El miedo a estar lejos de nuestra familia y amigos o la incertidumbre de “empezar de cero” son dos de los motivos que más esgrimen aquellos que quieren, pero no se atreven.

Ahora, existe otro añadido como es la situación de la Covid-19 la que genera desconfianza e imposibilidad de movernos a muchos otros países del mundo, aunque con la llegada de las vacunas y las nuevas previsiones para este año, todo apunta a que podremos desarrollar la actividad manteniendo y respetando las medidas de seguridad del país en cuestión. Y es que, una cosa está clara, la educación y formación de los estudiantes no se puede parar.

Dejando a un lado la parte que más nos detiene en estos momentos a dar el salto al extranjero, seguro que ya conoces muchas de las ventajas de estudiar idiomas en otro país. No obstante, hoy queremos darte algunos motivos para estudiar inglés en el extranjero. ¡Si perteneces al grupo de los dudosos, no te pierdas este post! Los motivos para estudiar inglés en el extranjero son tan variados como contundentes y persuasivos: la inmersión lingüística es fundamental para llegar a familiarizarnos en profundidad con un idioma, y, por lo tanto, a dominarlo.

Hay que tener muy en cuenta los giros y expresiones proverbiales y coloquiales, los diversos acentos locales (que a veces pueden enturbiar al lego en el aprendizaje idiomático la comprensión de no pocas frases) o sencillamente diversas palabras y construcciones que no se registran habitualmente en el inglés escrito u “oficial”, es preciso aprenderlos, como quien dice, a pie de calle.

El idioma es la casa de un pueblo, el hogar donde habita y también condiciona sus concepciones del mundo y de las cosas. Las culturas nacionales y autóctonas y sus concepciones de la realidad y del mundo están soberanamente plasmados en sus lenguas (y en las hablas variedades dialectales de tales lenguas), por lo que sumergirse del todo en este universo requiere de estar en un contacto constante, intenso, y a ser posible ininterrumpido, con él.

 

Aprende inglés en el país nativo

 

La mejor manera de aprender un idioma es conviviendo con las personas que lo utilizan en su día a día. Estudiar inglés en el extranjero nos ayuda a escuchar la pronunciación correcta, dialectos y jergas, adquiriendo así un uso mucho más natural de la lengua. Y eso sin olvidar que, al estar “obligados” a utilizar el inglés en situaciones cotidianas y durante prácticamente 24 horas al día, perderemos el miedo a hablar en otro idioma delante de los demás.

Entre las ventajas de estudiar inglés en el extranjero, se halla precisamente la de poder practicar el idioma de una manera continua e intensiva, sin desconectar ni desvincularnos del entorno cultural y lingüístico que nos facilita ese aprendizaje. Todo ello se convierte en una experiencia inolvidable.

 

1-    Conoce nuevas culturas y modos de vida

 

El idioma y su cultura siempre van de la mano, por lo que para obtener un buen dominio del inglés es necesario también estar informado acerca de toda la cultura que engloba al país en el que estamos. Al tiempo que adquirimos el tiempo estaremos compartiendo, casi sin querer, el estilo de vida de la familia que nos acoge o de los estudiantes con los que convivimos.

Otro de los motivos de estudiar inglés en el extranjero es el contacto con ese modus vivendi, puesto que, al fin y al cabo, toda cultura es una vivencia integral de la realidad, con unas concepciones y una visión de las cosas que obviamente pueden diferir mucho de las nuestras y enseñarnos muchas y muy provechosas y enriquecedoras lecciones, sobre esa cultura y sobre la vida misma.

 

2-    Escuchar voces en otro idioma

 

Quizá este punto pueda parecerte extraño, pero la explicación es muy simple: muchas veces aprendemos a escuchar a partir de un sonido enlatado o una voz que, a fin de cuentas, se expresa de tal forma que sea sencilla de entender cuando estamos en una clase de inglés. Nos referimos a la voz que escuchamos en los ejercicios de listening, donde los hablantes pronuncian muy bien las sílabas en inglés o en el idioma en cuestión.

Estudiar en el extranjero nos permite escuchar diferentes tipos de acentos. Algunos, incluso, difíciles de entender por falta de vocalización. Por eso es muy bueno escuchar todo tipo de voces y acentos. La realidad misma de los acentos y hablas de la calle es otro de los motivos para estudiar inglés en el extranjero.

 

3-  Mejora tus oportunidades profesionales y económicas

 

Aprender inglés y saber manejarlo en un entorno laboral siempre es un plus a la hora de encontrar o cambiar de puesto de trabajo, ya que te abre más puertas profesionalmente hablando. De cara al resto siempre gustará más una persona que sepa desenvolverse con fluidez a la hora de hablar en inglés que otra que no sea capaz de hacerlo.

Aprender inglés en el extranjero supone que los propios nativos vean cómo la persona en cuestión se esfuerza por hablar con ellos en su propia lengua, creando así nuevas conexiones y, por qué no, abriendo puertas de cara al futuro. Poder escalar a puestos de mayor responsabilidad donde se requiera un uso demostrable del inglés en el día a día, es muy importante. Presentaciones, reuniones de empresa, conversaciones telefónicas, comunicación con proveedores extranjeros… son tareas que marcan la diferencia entre una persona que de desenvuelve correctamente en el uso del inglés y otra que no, y eso, marca la diferencia.

 

4-  Conocer a fondo una ciudad extranjera

 

Además de las habilidades que obviamente vamos a desarrollar, añadimos también este motivo. Y es que cuando uno es turista, pocas veces permanece en una ciudad más de unos pocos días. Esto supone que, en la mayoría de los casos, conozcamos únicamente los lugares más emblemáticos y poco más, sin olvidar que la visión del turista no es la misma que la de la persona que vive en una ciudad.

Al estudiar inglés en el extranjero adquirimos una rutina y establecemos relaciones con los nativos, compartiendo así vivencias que solo tienen quienes habitan allí.

 

5-  Socializar y empatizar

 

Cuando estudias en otro país, necesitas relacionarte con otras personas, hacer amigos y tener tu círculo de confianza. Esta situación es la misma que otras personas en tus mismas circunstancias por lo que tendrás la oportunidad de conocer gente de muchas partes del mundo y entablar relaciones de amistad más íntimas.

El idioma será el nexo en común y a partir de ahí, la comunicación y el entendimiento mutuo serán necesarios para afianzar vuestras relaciones sociales que irán más allá de hablar o estudiar inglés en el extranjero. Por ser uno de los idiomas más hablados del mundo, te abrirá muchas puertas a la hora conocer a personas de diferentes partes del planeta, independientemente de su cultura, raza o lugar de origen.

Los motivos para estudiar inglés en el extranjero son variopintos y muy contundentes, a cualquiera puede persuadirle dar este paso tan bello como profundamente instructivo y que se convierta en una experiencia de las más enriquecedoras de tu vida. Ahora bien, ¿dónde nos vamos? Quizá sea otra de las decisiones más importantes una vez que hemos decidido emprender la aventura al extranjero.

Estudiar inglés fuera de nuestras fronteras también dependerá de nuestro bolsillo y de otros factores que debemos valorar antes de elegir un destino. A continuación, te proponemos varios de ellos para tengas una idea a la hora de emprender el viaje.

 

¿Dónde me voy a estudiar inglés?

 

Malta: es un destino muy popular entre los jóvenes que deciden aprender inglés en un país extranjero, sobre todo atraídos por la cercanía al nuestro y una vida menos costosa y más asequible a todos los bolsillos. Los cursos de inglés son más baratos que en otros destinos y la vida y el ocio también. Debes tener en cuenta que, aunque el inglés es idioma oficial, presenta un marcado acento italiano.  Aun así, es una buena opción para dar un impulso al idioma.

Irlanda: Otro país que debes considerar como opción es Irlanda, muy bien considerado para una inmersión lingüística de calidad, además de su modo de vida. Es un país barato en relación a sus vecinos británicos y quedarás muy sorprendido con sus paisajes y la vida de sus gentes.

Reino Unido: hablamos de la cuna y origen del inglés, porque si pensamos en aprender este idioma, nada mejor que hacerlo en el lugar de origen. Reino Unido te ofrece multitud de posibilidades, precios económicos y caros, cursos de todo tipo y modalidad, ciudades grandes o núcleos más pequeños donde quedarte, Londres y su frenética vida, Liverpool…

Estados Unidos: si decides o tienes la posibilidad de elegir un destino internacional más alejado, Estados Unidos es el lugar, aunque ten en cuenta que el inglés que aprenderás allí tiene sus connotaciones y no es un inglés británico. Además, es un destino bastante caro, con un alto coste de vida, pero si te lo puedes permitir, será fantástico poder conocer sus grandes ciudades y lugares de ensueño.

Australia: mucho más alejado de todo, puede ser una opción remota para algunos aventureros y bolsillos más holgados.