El aprendizaje del inglés ha generado muchos complejos en los españoles, hasta el punto de que tenemos la idea de que hemos de ser, por definición, malos hablantes de este idioma. España no se halla entre los países que mejor manejan la lengua inglesa según el informe EF EPI 2021 el índice de nivel de inglés de EF Education First, que evalúa el dominio de este idioma en los adultos y clasifica los países y regiones no angloparlantes según los resultados obtenidos.

Desde hace 8 años el nivel de inglés de los españoles está estancado y no mejora se mantiene en un nivel medio de dominio de inglés, aunque ello también se debe fundamentalmente a los mitos negativos que se han arraigado entre la población, sobre las dificultades y capacidades para aprender un idioma.

En realidad, cualquier persona, con práctica, tenacidad, interés y el método adecuado (y a ser posible, con profesores bilingües o nativos) puede llegar a aprender en profundidad la lengua que se proponga. Son precisamente nuestras arraigadas ideas negativas las que nos pueden impedir aprender el idioma e irlo fijando, tanto a nivel de gramática, léxico, etc., como de comprensión al oído, o a la hora de hablarlo.

Muchos profesores de inglés comentan que los españoles, incluso aquellos que en verdad poseen un buen nivel idiomático en la lengua de Shakespeare, creen erróneamente que no saben hablarla y no se atreven a ello. Hay que echar abajo estas barreras mentales cuanto antes.

El conocimiento del inglés es más necesario que nunca, fruto de la globalización y por eso es necesario exponerse y practicarlo a grandes dosis, pues este es el camino para poder adquirir un buen nivel en el idioma y hacer caer los mitos por los que cuesta aprender inglés. Todos poseemos las capacidades y herramientas lingüísticas para hacerlo, así que basta de excusas y vamos a ponernos manos a la obra.

 

Mitos por los que cuesta aprender inglés

 

No se me dan bien los idiomas

 

Si tú mismo piensas y actúas como si no fueses capaz de aprender otro idioma, definitivamente, no lo vas a hacer. ¿Por qué cuesta aprender inglés? Porque nuestro cerebro cumple órdenes y si esas indicaciones son negativas, es verdad que no lo vas a conseguir. Así que lo mejor es cambiar el chip y proponértelo. “Yo quiero, yo puedo”.

Me muero de la vergüenza hablar en inglés

 

Si no decides abrir la boca e intentar hablar, nunca vas a conseguir avanzar. Todo aprendizaje necesita de práctica y más práctica. Hablar y expresarse correctamente es difícil y requiere esfuerzo, pero si no lo intentamos y vamos añadiendo diferentes expresiones, probando nuevos sonidos e interaccionar con otras personas por miedo a que se rían de nosotros, es imposible avanzar. Aprende de los errores para ayudarte a avanzar.

No tengo tiempo para hacerlo

 

El trabajo, las clases, el gimnasio, los amigos… nunca es buen momento para aprender inglés. En una sociedad que va a mil por hora, estar ocupado se ha convertido en una premisa para todo. Pero, ¿por qué no te planteas una hora al día o tres a la semana para el aprendizaje del idioma? Si tienes tiempo para otras cosas, seguro que puedes sacar, aunque sea media hora, para estudiar. Ready?

Tengo que irme a un país de habla inglesa

 

Si, debes irte a Australia para aprender inglés. O eso es lo que siempre hemos escuchado: “o vives un tiempo en un país de habla inglesa o no vas a aprender a hablar”. Nada más lejos de la realidad. Ahora, y gracias a las nuevas tecnologías, puedes aprender o perfeccionar el idioma a través de plataformas online, cine, televisión… existen multitud de opciones para que no tengas que marcharte a otro país, ni siquiera levantarte del sofá. Oye, que si quieres irte un tiempo fuera, no seamos nosotros quienes te lo vayamos a impedir.
Rodéate de personas nativas y práctica con ellas, escucha, lee, piensa en inglés.

No me lo han enseñado bien

 

Es verdad que la forma tradicional de la enseñanza de idiomas en España ha sido demasiado teórica y poco práctica o, al menos, eso es lo que demuestran los resultados. En general, la forma en la que se enseñaba el idioma no era la más idónea y con muy poco nivel, pero poco a poco se han ido abriendo paso nuevas formas de enseñanza que son muy válidas para progresar hablando y con otro tipo de metodología y enfoque.

Quiero ser bilingüe en seis meses

 

Eso es lo que todos soñamos, pero la realidad no es esa. Probablemente, necesites mucho tiempo para hacerlo, pero, sobre todo, dedicación y constancia, echarle muchas horas. Fija objetivos a corto plazo que puedas cumplir para poder ir progresando poco a poco. No se construye una ciudad en dos días, ni se habla un idioma en seis meses. Trabaja para conseguirlo y fija metas realistas.

¿Por qué nos cuesta aprender inglés? es una pregunta que debemos hacernos para superar nuestras propias limitaciones y complejos para así afrontar una experiencia nueva y enriquecedora tal como lo es ir adquiriendo el conocimiento y la práctica de una nueva que comporta otros conceptos culturales y otras concepciones de la vida y del mundo. Cuando fueron a buscar a Sócrates para hacerle beber la cicuta, lo encontraron estudiando persa. Tanto disfrutaba con el aprendizaje de un idioma nuevo, que no lo abandonó ni el mismo día en que ya sabía que le iban a ejecutar. Por algo será.

 

Las dificultades del idioma inglés

 

Sin embargo, y pese a que en efecto los complejos y prejuicios son el principal obstáculo para el neófito en este idioma, sí es cierto que el inglés conlleva una serie de dificultades muy reseñables para el hispanohablante, sobre todo si no se ha movido antes en el fascinante mundo del aprendizaje de lenguas extranjeras. Tales dificultades serían:

  • El hispanohablante está acostumbrado a una fonética sencilla y pentavocálica, mientras que el inglés es nada menos que dodecavocálico: posee 12 sonidos vocálicos, 7 más que el español. Por eso es tan importante ejercitar constantemente la pronunciación, la conversación y la comprensión auditiva, para que un método de inglés sea verdaderamente completo. La proximidad etimológica y fonética hace que para un alumno germánico o escandinavo aprender inglés resulte mucho más fácil: exactamente lo mismo que nos sucede a nosotros los españoles para aprender italiano. Por lo tanto, a la hora de compararnos desfavorablemente con los alumnos centroeuropeos y nórdicos, hemos de tener en cuenta este detalle: no se trata de incapacidad por nuestra parte, sino del grado de familiaridad lingüística inicial. Un problema que sólo se da al principio, pero que se va solventando según hemos conseguido avanzar en las destrezas idiomáticas.
  • Como más de 500 millones de personas hablan el español en el planeta, y nuestra lengua es la segunda del mundo en hablantes no nativos, el español no ha tenido tradicionalmente la necesidad apremiante de aprender otros idiomas, como sí les sucede a los holandeses o los daneses (que además tienen esa familiaridad etimológica y fonética de la que hablábamos más arriba).
  • Algo que contribuye muy negativamente a nuestro aprendizaje del inglés es que, desde la llamada Ley de Defensa del Idioma de 1941 (que establecía la obligatoriedad del doblaje), el país se ha habituado al cine y la televisión exclusivamente hablados en español. Carece del hábito de otros países de haber ido viendo y oyendo las numerosas series y películas anglosajonas, en su idioma original.
  • Diferencias cotidianas del propio idioma, que van desde la propia sintaxis y el léxico, hasta el habla de la calle.

Para aprender bien un idioma, basta con nuestra propia voluntad y un método apropiado. Por qué nos cuesta aprender inglés puede ser la pregunta que halle su respuesta adecuada con el mejor entorno de aprendizaje. Una buena escuela de idiomas, donde adquiramos y pongamos en práctica todas y cada una de las destrezas idiomáticas necesarias, es una excelente opción.

Recuerda, no debemos convertirnos en nuestro propio peor enemigo a la hora de aprender idiomas y de disfrutar con ello.