Con el curso escolar ya terminado, los más pequeños de la casa disfrutan por fin de sus vacaciones. Un periodo de relajación en el que nuestros hijos disfrutan de horarios más flexibles y no deberes ni tareas planificadas. Sin embargo, es recomendable que el aprendizaje de nuestros hijos no se estanque durante el periodo estival. Si no, se corre el riesgo de que los chavales olviden buena parte de lo aprendido en las plácidas llanuras del banal y cálido verano.

En este sentido, la idea es aprovechar el tiempo de ocio para incentivar el aprendizaje y conseguir un mejor rendimiento escolar. En el caso del inglés es aún más importante si cabe no perder ese hábito, puesto que es un idioma que no se aprende “empollando” sino que el aprendizaje se adquiere a través de la rutina y la constancia. La práctica y la tendencia a la inmersión en el idioma son fundamentales para que el hablante primerizo pueda seguir avanzando en el aprendizaje tomando el idioma como lo que es: una herramienta del día a día, pero también una forma determinada de pensar y concebir el mundo, y una casa en cuyo interior se vive, mejor cuanto mayor sea la comodidad, familiaridad e íntimo vínculo que se establezca.

También es importante el instruir deleitando, que decía Horacio. Por ejemplo, las series y películas para niños subtituladas en lengua inglesa, con los modismos y peculiaridades de los diversos puntos del orbe anglosajón, son un manantial inagotable de enseñanzas amenas y provechosas.

Además, no hay que olvidar que el inglés es una lengua fundamental a largo plazo, hasta tal punto de que las universidades españolas impulsan el dominio del inglés a través de grados bilingües o 100% en este idioma. Cuanto antes se adquieran destrezas avanzadas en esta lengua, mejor será para el futuro académico y profesional de cualquier persona, pues el dominio de la lengua de Shakespeare y Lord Macaulay se considera una de las competencias fundamentales para moverse y comunicarse en el mundo globalizado de nuestros días.

Los especialistas en el aprendizaje temprano del inglés proponen una serie de claves para seguir aprendiendo inglés durante el verano para que los niños, sin darse cuenta, practiquen el idioma de una manera divertida y espontánea.

¿Cómo aprender inglés de manera fácil y divertida?

 

1- Ver dibujos animados y películas en versión original

 

Esto tiene como objetivo que no pierdan la costumbre de escuchar inglés y aprendan nuevas palabras. La tecnología y la proliferación de canales audiovisuales, ponen a disposición de los más pequeños, una extensa parrilla con las producciones animadas para todos los gustos y en cualquier idioma. Lo aconsejable es que no haya subtítulos para que relacionen las imágenes con las palabras y se habitúen así al sonido, al ritmo y al acento del idioma. ¿Qué mejor que poder disfrutar de un rato entretenido viendo los dibujos favoritos? A ellos les encanta.

 

2- Campamentos de verano en inglés

 

Quizá aún, este verano, no sea el momento más oportuno para realizarse este tipo de actividades, pero si cuentas con la posibilidad de que tus hijos puedan disfrutar de ello con todas las medidas de seguridad higiénico-sanitarias, este tipo de campamentos están pensados para que los niños pasen un verano diferente y divertido con el inglés como pilar fundamental.
Un aprendizaje inmersivo en el que tendrán como base de comunicación el idioma anglosajón en cualquiera de las tareas, actividades y relacione que lleven a cabo en esta actividad.

 

3- Actividades familiares en inglés

 

Los padres también pueden formar parte del aprendizaje de los más pequeños. Una buena forma de convivir con el idioma de forma cotidiana es realizando actividades en casa en las que incentivemos a los niños a hablar en inglés. Ello propicia la inmersión lingüística: en el que el hablante, al sumergirse en el idioma, pueda llegar a aprenderlo con mucha mayor hondura, conociendo sus muchos pliegues, sus montuosas irregularidades y ocultas peculiaridades.

 

4- Contratar un cuidador bilingüe

 

Esta opción es perfecta para aquellas familias en las que los padres trabajen. Que los niños tengan un contacto directo con el inglés es una buena forma de que no pierdan lo que han aprendido a lo largo del curso escolar, con el añadido de la confianza que da que estén en su propia casa. Una babysitter que hable inglés y establezca vínculos con los peques de la casa, comunicarse en aquel idioma en las tareas cotidianas y el día a día supone un gran paso para ir adquiriendo poco a poco la manera natural de hablarlo.

 

5- Disfrutar de herramientas online interactivas y aplicaciones en inglés

 

Dada la gran familiaridad de los niños de hoy con la rica panoplia de herramientas informáticas, esta es otra de las formas más encomiables de aproximarles a una mayor y necesaria familiaridad cotidiana con tan universalizada lengua. Hoy en día, los niños tienen a su alcance numerosos dispositivos como pueden ser una tablet, un móvil o el ordenador además de la televisión que les facilita un aprendizaje rápido y dinámico a través del que tienen acceso a multitud de programas interactivos para aprender cualquier cosa, más aún si hablamos de hacerlo en inglés.

 

6- Combinar los hobbies con el inglés

 

Las tareas se hacen mejor cuando se disfrutan porque los niños están más receptivos, motivados y abiertos al aprendizaje. Combinar los hobbies con el inglés facilitará más la labor. Los juegos y aficiones que utilizan la lengua que se está aprendiendo son otra forma soberana de aprendizaje sumamente instructivo a la par que ameno.

 

7- Acoger a un estudiante anglosajón en casa

 

Alojar a un joven extranjero en nuestro hogar es una acción que repercute positivamente no solo en nuestro hijo sino también en el resto de la familia. Además, nuestros propios hijos pueden ser los que realicen el intercambio y convivan en casas de familias extranjeras cuando sean más mayores. He aquí otra de las formas de inmersión lingüística más socorridas de nuestra época, y de las más eficaces para un rápido aprendizaje.

 

8- Aprovechar las vacaciones para hacer amigos extranjeros

 

No es necesario salir de España, en verano encontraremos angloparlantes en cualquier ciudad turística de nuestro país. Si tienes la oportunidad de veranear en un lugar donde puedas intercambiar conversaciones y juegos entre las familias y vuestros hijos hacer algo juntos, puede ser una buena opción para ellos.

 

9- Escuchar música, oír la radio y cantar en inglés

 

Ya sabemos que la música fija frases y es ideal para perfeccionar la pronunciación y acostumbrar el oído a los sonidos de una lengua extranjera. Además de ser una actividad agradable, a los niños les encanta cantar y divertirse escuchándola, prestan más atención y están más receptivos. Las canciones les ayudarán a trabajar en la pronunciación del inglés y memorizar por su carácter repetitivo y rítmico.

 

10- Lecturas en inglés

 

Leer libros en este idioma (siempre adaptados a su nivel) ayudará a que nuestros hijos mejoren su comprensión, favoreciendo, además, su imaginación. Los días son largos y una hora dedicada a leer, es una oportunidad entretenida de pasar parte del verano y vacaciones. Su libro favorito no puede dejar si no crecer su interés y curiosidad.

Gracias a esto, nuestros hijos mejoran la pronunciación, aprenden vocabulario y se lo pasan bien.

Todos estos consejos tienen siempre como base una premisa: lo importante es tener paciencia y disfrutar. Los padres no deben olvidar que, aunque queramos que nuestros hijos no olviden lo aprendido, están de vacaciones, por lo que es importante presentar el idioma de una forma divertida para que lo vean como un juego y no como una obligación.

 

¿Qué libros y series en inglés son las más recomendadas para niños?

 

La lectura en inglés es una de las herramientas que más puede ayudar a los pequeños en la comprensión lectora y ampliar el vocabulario. Existen distintos títulos, cuentos y otras historias para que los niños comiencen o sigan aprendiendo inglés mediante la lectura, y los cuentos infantiles son una buena opción. Para una primera aproximación al idioma, los cuentos cortos pueden resultar muy útiles, que puedan comprender y desarrollar mediante sus emociones.

Podemos recomendar, por tanto, algunos títulos clásicos que siempre son buenos compañeros en cualquier idioma para iniciar a los pequeños en la lectura, como The Three Little Pigs o Little Red Riding Hood, entre muchas otras adaptaciones de clásicos de Disney: Pinocho, La dama y el vagabundo, 101 dálmatas… además de nuevas publicaciones que podremos encontrar en cualquier librería o a través de internet. Un lenguaje sencillo, en el que predominen los dibujos y una forma clara para que ellos puedan entender la historia.

Si optamos por series de televisión o películas, tenemos una gran y extensa variedad de productos, desde Peppa Pig o Pocoyó hasta Cantajuegos, pasando por los clásicos cuentos llevados al cine y adaptados a niños. Productos muy visuales en los que llama la atención la imagen y la música, que les mantiene entretenidos y ayuda a adaptar el oído a nuevos y repetitivos sonidos en inglés.

Como hemos señalado anteriormente, el gran número de dispositivos con los que cuenta una familia, abre muchos canales de visualización desde cualquier lugar y en cualquier momento, por lo que pueden aprender de una forma entretenida y muy divertida.

Y por supuesto, una forma inmejorable de reforzar y no olvidar los conocimientos adquiridos a lo largo del curso escolar es con clases de inglés en verano. En ESID ofrecemos diferentes cursos intensivos de verano adaptados a cada edad y nivel. ¡Entra en nuestra página web e infórmate!