Cuando somos nosotros quienes nos postulamos a una oferta de trabajo en la que piden cierto nivel de inglés y, además, hemos sido seleccionados, nos enfrentamos a un proceso de selección en el que se exige el conocimiento de inglés u otras lenguas. En ocasiones, la acreditación de un título oficial puede no ser suficiente para avalar ese conocimiento idiomático y sea necesario una prueba de nivel para demostrar tus conocimientos.

En estos casos, es habitual que desde los departamentos de Recursos Humanos se valoren estas habilidades a través de diferentes pruebas, ya sean orales, escritas o de comprensión que les servirán para medir el manejo de un idioma por parte de los candidatos que se postulan a un puesto en concreto en el que se exige un cierto nivel en esa lengua.

Por tanto, el inglés en una entrevista de trabajo, será una herramienta que valora no tanto los conocimientos lingüísticos de la lengua, sino la capacidad de manejarse en ese idioma en el puesto de trabajo que se oferta. Así, las pruebas más habituales a las que nos podemos enfrentar en la entrevista pueden ser:

  • Redacción del CV en inglés: con este ejercicio los expertos pueden medir la expresión escrita y el lenguaje técnico que utiliza el entrevistado. Debemos redactar de forma detallada la experiencia profesional y formación académica, además de tener en cuenta el modelo que vayamos a utilizar, ya sea americano o británico para los que existen diferencias notables.
  • Tell me about yourself: consistirá en hablar de ti mismo al entrevistador en inglés, para lo que debes tener cierta destreza, llevar más o menos estructurado un cierto diálogo y dejar sitio para la espontaneidad. Prepara las preguntas y respuestas antes de enfrentarte a ello y, sobre todo, calma.
  • Dinámicas de grupo: son muy efectivas para aquellas posiciones en las que se requiere capacidad de negociación. Es un método recurrente para ver cómo el candidato se desenvuelve e interacciona en un idioma diferente al suyo.
  • Prueba escrita: se usa para medir el conocimiento gramatical y de vocabulario y es habitual emplear la técnica del “fill the gap” que consiste en completar los espacios en blanco.
  • Prueba oral: es la mejor manera de poder comprobar el nivel de idiomas de una persona. Permite medir tanto el nivel de conversación social como profesional. En esta entrevista se suele preguntar al candidato si se siente cómodo hablando en esa lengua, si la ha utilizado a nivel profesional, se le pide que describa sus funciones, si ha tenido contacto con proveedores o con clientes a nivel profesional, para validar los conocimientos técnicos en dicho idioma. Es la prueba más completa para evaluar gramática, vocabulario y fluidez de conversación.
  • Prueba telefónica: en esta se valora la fluidez verbal y la pronunciación. Permite medir la capacidad de conversación social como profesional de los candidatos.

Las pruebas de inglés para procesos de selección son habituales en grandes empresas que mantienen relaciones en otros países y para las que es muy necesario contar con perfiles que dominen con destreza varios idiomas, entre ellos el inglés.