Un informe realizado sobre una base estadística de 150 compañías y presentado en Madrid ante más de 50 empresarios revela que más del 50% de estos no crecen fuera de España debido a la dificultad del idioma. De este porcentaje, un 40% entienden y pueden participar en conversaciones de negocio pero, sin embargo, no cuentan con las habilidades necesarias para participar en negociaciones o presentar estrategias de empresa. El 10% restante contrataría a alguien para representar a la empresa pero las experiencias que han tenido no han sido todo lo positivas que deberían, ya que sólo un 20% de la población adulta en España habla inglés.
Algunas de las trabas que los empresarios ven a la hora de expandir su negocio en otros países son la negociación, los contratos, o las diferencias en la legislación. España es el cuarto país de la Unión Europea en el que menos adultos hablan un idioma extranjero, sólo por detrás de Rumanía, Hungría y Portugal. “Sea cual sea el puesto de trabajo o la formación, ser capaz de comunicarse en otra lengua eleva hasta un 44% las posibilidades de cerrar un contrato, en un mundo laboral cada vez más globalizado e interactivo en el que el conocimiento de idiomas se ha vuelto indispensable”, explica Juan Carlos Maté, director general de Caralin Group, plataforma especializada en el servicio integral a empresas e intermediación comercial y encargada de realizar el informe.
Por eso, desde las propias universidades españolas ya se está empezando a impulsar el aprendizaje de un segundo idioma con los grados bilingües o 100% en inglés.
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